
EE. UU. celebra un nuevo aniversario de la compra de Alaska: las verdaderas razones detrás de la histórica adquisición de 1867

Una compra que cambió el mapa de América del Norte
Hace exactamente 158 años, el 18 de octubre de 1867, Estados Unidos completó una de las operaciones territoriales más trascendentales de su historia: la compra de Alaska al Imperio ruso.
Aquel acuerdo, firmado meses antes y formalizado en una ceremonia en Sitka, transformó la geografía y el poder político del país.
En su momento, la prensa la llamó “la locura de Seward” (Seward’s Folly), pero con el paso del tiempo se convirtió en una de las decisiones más inteligentes de la historia estadounidense.
🕰️ Rusia vende, Estados Unidos expande
A mediados del siglo XIX, el Imperio ruso enfrentaba graves problemas económicos y militares tras su derrota en la Guerra de Crimea (1853-1856). Mantener territorios lejanos como Alaska era costoso y difícil de defender ante el avance británico desde Canadá.
El zar Alejandro II decidió vender el territorio antes de perderlo en un conflicto. Por su parte, Estados Unidos —recién salido de la Guerra Civil (1861-1865)— veía una oportunidad perfecta para expandir su influencia hacia el norte del Pacífico y consolidar su poder en el continente.
🌍 Motivos de Estados Unidos para comprar Alaska
1. Expansión territorial y “Destino Manifiesto”
La ideología del Destino Manifiesto sostenía que Estados Unidos debía extender su dominio desde el Atlántico hasta el Pacífico. Alaska representaba una extensión natural de ese ideal, además de una base estratégica hacia Asia.
2. Interés geopolítico frente al Reino Unido
Con Canadá bajo control británico, la adquisición de Alaska reforzaba la presencia estadounidense en el norte, equilibrando fuerzas y protegiendo rutas marítimas clave en el Ártico y el Pacífico.
3. Potencial económico y recursos naturales
Aunque en 1867 poco se sabía sobre sus riquezas, Seward confiaba en el potencial minero, pesquero y forestal del territorio. Décadas después, el oro de Klondike (1896) y el petróleo del siglo XX confirmarían su visión.
4. Valor estratégico y militar
Alaska ofrecía una posición privilegiada para el comercio con Asia y la defensa del continente. Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, su importancia estratégica se hizo evidente.
📜 El tratado y la ceremonia de transferencia
El tratado de compra se firmó el 30 de marzo de 1867 entre William H. Seward, secretario de Estado de EE. UU., y el embajador ruso Eduard de Stoeckl.
El precio: 7.2 millones de dólares, unos dos centavos por acre.
El 18 de octubre de 1867, en Sitka, se realizó la ceremonia oficial: la bandera rusa fue arriada y se izó la bandera de Estados Unidos.
Ese día marcó el nacimiento de Alaska como territorio estadounidense, un hecho que hoy se celebra como el “Alaska Day”.
❄️ De “la locura de Seward” al orgullo nacional
En 1867, muchos consideraron la compra un desperdicio de dinero. Los periódicos la ridiculizaron llamándola “Seward’s Icebox” (“el refrigerador de Seward”).
Pero el tiempo transformó la burla en orgullo: Alaska se convirtió en una fuente inmensa de riqueza energética y natural, además de un baluarte militar clave durante los conflictos del siglo XX.
🏔️ Alaska hoy: una joya estratégica y natural
Con más de 1.7 millones de km², Alaska es el estado más grande de Estados Unidos y uno de los más ricos en recursos naturales, reservas de petróleo, gas, oro y biodiversidad.
Su ubicación lo convierte en un punto de vigilancia clave en el Ártico, donde hoy se disputan intereses globales por nuevas rutas marítimas y recursos.
Cada 18 de octubre, los alaskenses celebran con orgullo el Día de la Transferencia (Alaska Day), recordando el momento en que su tierra pasó de manos rusas a estadounidenses.
Fuentes: Archivos Nacionales de EE. UU., Biblioteca del Congreso, Alaska Historical Society, U.S. Department of State.
Redacción: Equipo de Historia y Política Internacional | Portadaoeste.com