El camino de la cruz: más allá del dolor, una lección de vida

Por: Lely Reyes
Se pensó que con la crucifixión de Jesús de Nazaret terminaría la amenaza a la tradición religiosa y al orden establecido. Sin embargo, su muerte no apagó el mensaje, sino que lo encendió con más fuerza. Lo que parecía una derrota se convirtió en la semilla de una fe que cambiaría la historia.
El camino hacia la cruz no fue solo físico, sino también profundamente espiritual. Cada estación del Vía Crucis representa una enseñanza sobre la condición humana: la injusticia, el sufrimiento, la compasión, el amor y la esperanza. La cruz, símbolo de muerte en el mundo romano, se transformó en signo de vida para millones.

Este Viernes Santo invita a una reflexión profunda. Más que recordar un episodio histórico, se trata de confrontar nuestra propia vida. ¿Somos capaces de acompañar a los que sufren? ¿De cargar nuestras propias cruces con fe y dignidad? ¿De seguir creyendo en el poder transformador del amor?
Dos mil años después, el camino de la cruz sigue vigente. No se trata solo de fe, sino de humanidad. Cada paso de Jesús hacia el Calvario es un llamado a vivir con entrega, solidaridad y esperanza, sabiendo que, tras la oscuridad del viernes, siempre llega la luz del domingo.
Lely Reyes: Técnico en Periodismo Digital y Director de
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