Experto en Asuntos Internacionales advierte que el país debe prepararse ante desafíos de los combustibles por conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos
Santo Domingo.– El experto en asuntos internacionales Alfredo de la Cruz advirtió que la República Dominicana debe prepararse para hacerle frente a una posible crisis ante el conflicto bélico que libra Irán, ya que cualquier desenlace sería catastrófico para la economía, en especial en el mercado de los combustibles.
Afirmó que el tema de los combustibles es una realidad para todo el mundo, pero que en el caso de la República Dominicana toma otra dimensión, ya que la situación del dólar, sumada a los combustibles, provoca un efecto cascada en todos los commodities, lo que termina afectando directamente el bolsillo del ciudadano.
Durante su participación en el programa Fuera de Récord, que produce Elvis Lima por el Canal 14 TV, De la Cruz afirmó que, ante esta realidad, se hace necesario que el Gobierno vaya pensando en aumentar nuestra capacidad de almacenamiento —que actualmente ronda los 30 días— y explorar la posibilidad de construir tanques en otras zonas o incluso fuera del territorio nacional para adquirir combustibles a futuro.
“Los partidos de oposición no deben ver esto como una oportunidad para sacar ventajas, sino como un tema país. No importa quién esté gobernando: en situaciones como esta, todas las fuerzas vivas deben unirse en una sola dirección, a los fines de crear políticas públicas tendentes a prever esos posibles embates”.
De la Cruz explicó que el gas licuado de petróleo (GLP), que representa la mayor parte del consumo energético en hogares y transporte público, puede ser comprado a largo plazo con mayor previsibilidad de precios, pero advirtió que el país refina muy poca gasolina, lo que lo hace más vulnerable a los vaivenes del mercado internacional.
Por otra parte, puso en duda que los bombardeos de Estados Unidos en la llamada operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche) hayan destruido las tres instalaciones nucleares iraníes.
Aunque reconoció el poderío de las tropas estadounidenses con la puesta en marcha de unos 125 aviones —entre ellos bombarderos B-2, que arrojaron poderosas bombas antibúnker de 13,600 kilos sobre dichas plantas de enriquecimiento de uranio—, hay elementos que, a su juicio, todavía no están muy claros.
