Falleció el papa emérito Benedicto XVI

El papa emérito Benedicto XVI falleció en la jornada de hoy, a sus 95 años de edad. Resultó el 265ª sumo pontífice de la Iglesia Católica, tras ser elegido por los cardenales el 19 de abril de 2005. Años después, el 28 de febrero de 2013, se apartó de su misión papal con el objetivo de desarrollar un retiro espiritual y dedicar el resto de su vida a la oración.

Tras su alejamiento, el entonces papa emérito se encontraba viviendo en el Vaticano, en el Monasterio Mater Ecclesiae, y sus participaciones públicas fueron contadas. Su última aparición oficial fue en agosto, tras una visita del papa Francisco para presentarle a los recientemente nombrados cardenales, tras la realización del consistorio.

Un breve repaso de su vida

Benedicto XVI —Joseph Ratzinger, de nacimiento— nació el 16 de abril de 1927, en el municipio de Marktl, situado en el sureste de Alemania. Ratzinger fue bautizado en ese mismo día (un Sábado Santo). Transcurrió su infancia y adolescencia en la localidad de Traunstein, en el sureste germano y próxima a la frontera con Austria. Durante ese proceso, que él definió como «mozartiano», Ratzinger tuvo su formación cristiana.

Su etapa de juventud no fue sencilla, y durante su crecimiento debió padecer el clima hostil del nazismo hacia la Iglesia Católica de su país. Incluso llegó a presenciar cómo el régimen golpeó a un párroco antes de la celebración de la misa.

Fue durante este tiempo que el futuro papa encontró su vocación de servir a Cristo, a partir de la educación y acompañamiento que le brindó su familia. Entre 1946 y 1951 estudió filosofía y teología, mientras que el 29 de junio de aquel último año recibió la ordenación sacerdotal.

Sus siguientes años, Ratzinger los dedicó a la enseñanza teológica a nivel terciario y universitario por más de 25 años, antes de ser elegido arzobispo de Múnich. En sus años posteriores, alcanzó a ser nombrado como vicepresidente de la Universidad de Ratisbona, institución de la que fue catedrático.

Desde 1962 y hasta 1965, propició una gran contribución al concilio Vaticano II en calidad de experto, acudiendo como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia. Una década después, el 25 de marzo de 1977, el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising, mientras que el 28 de mayo recibió la consagración episcopal.

Ratzinger fue el primer sacerdote diocesano, luego de 80 años, que asumió la dirección pastoral de la gran archidiócesis bávara. En esa oportunidad, eligió como lema episcopal: «Colaborador de la verdad». En ese mismo año, Pablo VI lo creó cardenal, del título presbiteral de Santa María de la Consolación en Tiburtino, en el consistorio del 27 de junio.

En 1978 participó en el Cónclave, desarrollado entre el 25 y el 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I. Posteriormente, en el mes de octubre integró el Cónclave que eligió a Juan Pablo II. Este último lo designó prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, además de presidente de la Pontificia Comisión bíblica y de la Comisión teológica internacional, en 1981. Al año entrante, Ratzinger renunció al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Munich y Freising.

Fue presidente de la comisión para la preparación del catecismo de la Iglesia Católica, proceso que demandó seis años de trabajo (desde 1986 y hasta 1992), y que le presentó al papa el nuevo catecismo.

Juan Pablo II aprobó, el 6 de noviembre de 1998, su elección como vicedecano del Colegio Cardenalicio, efectuada por los cardenales del orden de los obispos. Años después, el 30 de noviembre de 2002, efectuó su designación como decano.

Dentro de la Curia romana, el futuro papa fue integrante del Consejo de la Secretaría de Estado para las relaciones con los Estados; de las Congregaciones para las iglesias orientales, para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para los obispos, para la evangelización de los pueblos, para la educación católica, para el clero y para las causas de los santos; de los consejos pontificios para la promoción de la unidad de los cristianos y para la cultura; del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica; y de las comisiones pontificias para América Latina, «Ecclesia Dei», para la interpretación auténtica del código de derecho canónico y para la revisión del código de derecho canónico oriental.

Alcanzaron notoriedad numerosas publicaciones de su autoría (como el libro «Introducción al Cristianismo», que consiste en una recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de la fe apostólica; o «Dogma y revelación», que es una antología de 1973 sobre ensayos, predicaciones y reflexiones dedicadas al servicio pastoral), así como algunos discursos y disertaciones (como su alocución ante la academia católica bávara sobre el tema «¿Por qué sigo aún en la Iglesia?», en el que Ratzinger afirmó: «Sólo en la Iglesia es posible ser cristiano y no al lado de la Iglesia»).

El 19 de abril de 2005, el ahora conocido como Benedicto XVI fue elegido por los cardenales como el sucesor papal de Juan Pablo II. Tras ocho años de pontificado, el 28 de febrero de 2013 Benedicto anuncia su separación del cargo, con la voluntad de dedicarse a la oración y atravesar un retiro espiritual.

Durante su permanencia en el cargo, dejó como legado la realización de tres encíclicas: Deus caritas est (el 25 de diciembre de 2005), Caritas in veritate (el 29 de junio de 2009) y Spe salvi (el 30 de noviembre de 2007)

A su vez, en su vida recibió numerosos doctorados «honoris causa»: por el College of St. Thomas in St. Paul (Minnesota, Estados Unidos), en 1984; por la Universidad católica de Eichstätt, en 1985; por la Universidad católica de Lima, en 1986; por la Universidad católica de Lublin, en 1988; por la Universidad de Navarra (Pamplona, España), en 1998; por la Libre Universidad María Santísima Asunta (LUMSA) Roma, en 1999; por la Facultad de teología de la Universidad de Wroclaw (Polonia) en 2000.

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El papa emérito Benedicto XVI falleció en la jornada de hoy, a sus 95 años de edad. Resultó el 265ª sumo pontífice de la Iglesia Católica, tras ser elegido por los cardenales el 19 de abril de 2005. Años después, el 28 de febrero de 2013, se apartó de su misión papal con el objetivo de desarrollar un retiro espiritual y dedicar el resto de su vida a la oración.

Tras su alejamiento, el entonces papa emérito se encontraba viviendo en el Vaticano, en el Monasterio Mater Ecclesiae, y sus participaciones públicas fueron contadas. Su última aparición oficial fue en agosto, tras una visita del papa Francisco para presentarle a los recientemente nombrados cardenales, tras la realización del consistorio.

Un breve repaso de su vida

Benedicto XVI —Joseph Ratzinger, de nacimiento— nació el 16 de abril de 1927, en el municipio de Marktl, situado en el sureste de Alemania. Ratzinger fue bautizado en ese mismo día (un Sábado Santo). Transcurrió su infancia y adolescencia en la localidad de Traunstein, en el sureste germano y próxima a la frontera con Austria. Durante ese proceso, que él definió como «mozartiano», Ratzinger tuvo su formación cristiana.

Su etapa de juventud no fue sencilla, y durante su crecimiento debió padecer el clima hostil del nazismo hacia la Iglesia Católica de su país. Incluso llegó a presenciar cómo el régimen golpeó a un párroco antes de la celebración de la misa.

Fue durante este tiempo que el futuro papa encontró su vocación de servir a Cristo, a partir de la educación y acompañamiento que le brindó su familia. Entre 1946 y 1951 estudió filosofía y teología, mientras que el 29 de junio de aquel último año recibió la ordenación sacerdotal.

Sus siguientes años, Ratzinger los dedicó a la enseñanza teológica a nivel terciario y universitario por más de 25 años, antes de ser elegido arzobispo de Múnich. En sus años posteriores, alcanzó a ser nombrado como vicepresidente de la Universidad de Ratisbona, institución de la que fue catedrático.

Desde 1962 y hasta 1965, propició una gran contribución al concilio Vaticano II en calidad de experto, acudiendo como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia. Una década después, el 25 de marzo de 1977, el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising, mientras que el 28 de mayo recibió la consagración episcopal.

Ratzinger fue el primer sacerdote diocesano, luego de 80 años, que asumió la dirección pastoral de la gran archidiócesis bávara. En esa oportunidad, eligió como lema episcopal: «Colaborador de la verdad». En ese mismo año, Pablo VI lo creó cardenal, del título presbiteral de Santa María de la Consolación en Tiburtino, en el consistorio del 27 de junio.

En 1978 participó en el Cónclave, desarrollado entre el 25 y el 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I. Posteriormente, en el mes de octubre integró el Cónclave que eligió a Juan Pablo II. Este último lo designó prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, además de presidente de la Pontificia Comisión bíblica y de la Comisión teológica internacional, en 1981. Al año entrante, Ratzinger renunció al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Munich y Freising.

Fue presidente de la comisión para la preparación del catecismo de la Iglesia Católica, proceso que demandó seis años de trabajo (desde 1986 y hasta 1992), y que le presentó al papa el nuevo catecismo.

Juan Pablo II aprobó, el 6 de noviembre de 1998, su elección como vicedecano del Colegio Cardenalicio, efectuada por los cardenales del orden de los obispos. Años después, el 30 de noviembre de 2002, efectuó su designación como decano.

Dentro de la Curia romana, el futuro papa fue integrante del Consejo de la Secretaría de Estado para las relaciones con los Estados; de las Congregaciones para las iglesias orientales, para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para los obispos, para la evangelización de los pueblos, para la educación católica, para el clero y para las causas de los santos; de los consejos pontificios para la promoción de la unidad de los cristianos y para la cultura; del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica; y de las comisiones pontificias para América Latina, «Ecclesia Dei», para la interpretación auténtica del código de derecho canónico y para la revisión del código de derecho canónico oriental.

Alcanzaron notoriedad numerosas publicaciones de su autoría (como el libro «Introducción al Cristianismo», que consiste en una recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de la fe apostólica; o «Dogma y revelación», que es una antología de 1973 sobre ensayos, predicaciones y reflexiones dedicadas al servicio pastoral), así como algunos discursos y disertaciones (como su alocución ante la academia católica bávara sobre el tema «¿Por qué sigo aún en la Iglesia?», en el que Ratzinger afirmó: «Sólo en la Iglesia es posible ser cristiano y no al lado de la Iglesia»).

El 19 de abril de 2005, el ahora conocido como Benedicto XVI fue elegido por los cardenales como el sucesor papal de Juan Pablo II. Tras ocho años de pontificado, el 28 de febrero de 2013 Benedicto anuncia su separación del cargo, con la voluntad de dedicarse a la oración y atravesar un retiro espiritual.

Durante su permanencia en el cargo, dejó como legado la realización de tres encíclicas: Deus caritas est (el 25 de diciembre de 2005), Caritas in veritate (el 29 de junio de 2009) y Spe salvi (el 30 de noviembre de 2007)

A su vez, en su vida recibió numerosos doctorados «honoris causa»: por el College of St. Thomas in St. Paul (Minnesota, Estados Unidos), en 1984; por la Universidad católica de Eichstätt, en 1985; por la Universidad católica de Lima, en 1986; por la Universidad católica de Lublin, en 1988; por la Universidad de Navarra (Pamplona, España), en 1998; por la Libre Universidad María Santísima Asunta (LUMSA) Roma, en 1999; por la Facultad de teología de la Universidad de Wroclaw (Polonia) en 2000.

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Diez datos interesantes sobre Benedicto XVI

Por motivo de su cumpleaños noventa y cinco, el pasado 16 de abril de 2022, la agencia de noticias católicas ACI Prensa realizó un listado con algunos aspectos curiosos de su vida. Repasamos diez datos desconocidos sobre él.

1. Fue piloto de helicóptero

Joseph Ratzinger contó con una licencia de piloto de helicóptero. Según cuentan, solía conducir uno cuando iba desde el Vaticano hasta la residencia papal de verano, en Castel Gandolfo, pequeña localidad italiana situada en la región del Lacio y próxima a Roma. Sin embargo, desde el portal se menciona que, curiosamente, no tenía licencia para conducir vehículos.

2. Amaba los gatos

Benedicto XVI manifestó públicamente su cariño hacia los gatos. Incluso tenía dos como mascotas cuando era papa. Uno de ellos fue un gato callejero que rescató en Roma. Desde ACI Prensa se recuerda que, durante una entrevista con el diario ABC de 2005, el cardenal Tarcisio Bertone —quien posteriormente se convertiría en el Secretario de Estado del Vaticano, contó que el sumo pontífice era un “gatófilo empedernido”. En respuesta al diario, manifestó: “Desde luego que sí. En su paseo desde el Borgo Pío hasta el Vaticano, se detenía a dialogar con los gatos. No me pregunte en qué lengua les hablaba, pero los gatos quedaban encantados. Cuando el cardenal (Joseph Ratzinger) se acercaba, los gatos alzaban la cabeza y lo saludaban”.

3. Fue un virtuoso pianista

Durante su papado, uno de sus pasatiempos diarios era tocar el piano y escuchar a Mozart, Beethoven y Bach. Para una entrevista, Benedicto XVI manifestó que “el Réquiem de Mozart es una elevada expresión de fe, que conoce muy bien la tragedia de la existencia humana y no oculta sus aspectos dramáticos, y por lo tanto una expresión de fe propiamente cristiana, consciente de que toda la vida del ser humano está iluminada por el amor de Dios”.

4. Fue reclutado por el ejército alemán

Como se mencionó durante su biografía, a sus dieciséis años Joseph Ratzinger fue reclutado en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Nunca estuvo en combate, y en el año 1945 desertó y fue tomado como un prisionero de guerra estadounidense.

5. Tenía una biblioteca monumental

Además de dedicarse a la oración, Joseph Ratzinger escribía, leía y estudiaba. Para tal fin, contaba con una extensa biblioteca, de al menos 20 mil ejemplares, que fueron instalados en los apartamentos papales luego de su elección, en 2005.

6. Una cerveza se creó en su honor

Weideneder Brau Vertriebs GmbH, una cervecería de propiedad familiar en la localidad de Tann, en Alemania, creó una cerveza especial llamada Pabstbier (en español, «La cerveza del papa»). El portal ACI prensa recuerda que la etiqueta dice: “Dedicado al gran hijo de nuestra patria, el papa Benedicto XVI”.

7. Dominó varios idiomas

El papa emérito podía utilizar nueve idiomas diferentes: alemán, español, francés, griego antiguo, hebreo bíblico, inglés, italiano, latín y portugués.

8. Tenía un hermano sacerdote

Joseph Ratzinger fue el menor de los tres hijos del matrimonio entre sus padres, María y Joseph Ratzinger. Uno de sus hermanos fue Georg Ratzinger, que también era sacerdote y que falleció el 1 de julio de 2020. Georg también era músico y recibió de San Juan Pablo II el título de protonotario apostólico. Los dos hermanos ingresaron al mismo tiempo al seminario de la Arquidiócesis de Munich-Freising y recibieron su ordenación sacerdotal en 1951.

9. Pidió su retiro varias veces antes de ser papa

Cuando se encontraba próximo a sus setenta y cinco años, el entonces cardenal Joseph Ratzinger pidió varias veces al papa Juan Pablo II su autorización para retirarse de su trabajo como prefecto de la Congregación para la Doctrina de Fe. Ratzinger quería convertirse en bibliotecario o tomar algún otro trabajo que le diera más tiempo para escribir libros. No obstante, el llamado «papa peregrino» rechazó sus peticiones.

10. Le gustaba comer ravioles y tomar refrescos

Benedicto XVI tenía gustos culinarios particulares. En específico, ACI Prensa recuerda que su comida favorita era el ravioli bávaro de papa con tiras, acompañado con Fanta de sabor naranja Asimismo, en el libro The Vatican Cookbook (Libro de cocina del Vaticano), escrito por tres guardias suizos y publicado en 2016, se reveló que a Benedicto XVI también le gustaba el Kirschenmichel, un postre alemán hecho a base de panecillos, canela, clavo, vainilla, almendras y cerezas; cerdo al horno con dumplings (un bocadillo chino) y ensalada de salchichas de Regensburg.

(Fuente Iglesia católica montevideo)

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